Un velo de inseguridad se cierne sobre la noche más gélida de otoño. En él,viven dos gatos,uno blanco y otro negro,el Yin y el Yang,Sol y Luna. Una cortina de ilusorios sentimientos separa los dos caminos paralelos de ambos.
En su camino,perciben el hedor de los callejones de la ciudad,lleno de promesas incumplidas,tóxicas nubes de palabras vacías,y prostitutas de sentimientos que fácilmente se venden por un trozo de alma.
Saben de su existencia,lo sienten,lo notan.
Habitaciones que encierran fuegos controlados,como si quisieran demostrar su dominio sobre el mundo. Gritos ahogados que salen de las chispas. Las llamas claman por libertad.
Un escalofrío recorre al unísono los cuerpos de los pequeños animales,mientras se miran en el mismo espejo que deforma la realidad a su antojo,como sueños vacíos en noches interminables.
Dos contradicciones,que se unen suavemente entre sí.
Los dos,son uno mismo.
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