Son calles vacías,desiertas. Con las luces de una ciudad invisible,amaneciendo con su conciencia,mientras los vagabundos se follan al fantasma de una vida pasada,y los miserables se visten de traje y de su mejor falsa sonrisa para ir a trabajar. O eso dicen.
Pero de ilusiones no se vive. Del dinero tampoco.
Y dicen que soy un soñador.
Llamadme tonto de los cojones, pero yo,al igual que dios,no creo en dios. No creo en un destino,ni un pasado. El presente no existe. Vosotros no existís. Quizá yo tampoco.
No puede existir algo que no tiene sueños.
La verdad,ignoro vuestra existencia. Tal vez seáis esas moscas tocahuevos que me intentan convencer de que los sueños no existen.
Y dicen que soy un soñador.
Pero yo existo para mi. Porque dicen que la utopía es sueño,que es imposible. Conformaos vosotros con la asquerosa realidad que os consume por dentro. Yo estoy hecho de sueños.
Porque la esencia,es el sueño de nuestra propia utopía.
Y qué somos nosotros,más que sueños con polvo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario