Miles de kilómetros hacia abajo,donde la fantasía y la inocencia siguen vírgenes su camino ascendente hacia la depravación,humillación y violación del más mínimo atisbo de humanidad,un niño amordazado de espíritu y mente,lanza hacia arriba su último halo,y le pregunta al soldado:
-¿De qué lado está dios?
El soldado,le mira con la misma frialdad que separa sus dos caminos,inefables y,para cada realidad,inerrables. Con inhumana pasividad,responde:
-Dios está en el lado del vencedor. Quienquiera que gane,dios está a su lado.
Por la patria.
Bum.
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