martes, 2 de enero de 2018

Letargo

Ver el final de un sueño, despertarte y dudar si vives o no en una realidad ajena a tu propia imaginación. Hechos borrosos que te atormentan y te hacen preguntarte por ti, por todo lo que creías, que hacen que odies tu propia vida. Si no sería mejor vivir en un sueño. Uno en el que estás ahí, al final de una taza de café, levantando la mirada y alumbrando con tibieza una sonrisa desdibujada en mi cara, unas manos hechas jirones de tanto sujetarse, cosidas contra los golpes del destino.
Cerrar los ojos y ver que todo sigue ahí, que el sueño no es un sueño. Dejar el tiempo pasar, y aliviar una herida cubierta de sal, decidir si merece la pena sufrir por aprender a querer. Ver que nuestra realidad, dure más que el propio tiempo.

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