domingo, 29 de septiembre de 2013

Indetectable

Como la belleza que cae con la primera gota de lluvia. La primera que se atreve a separarse de la nube,para morir en un frenético mundo que acaba en asfalto. La única valiente,que alienta a la lluvia. Hasta en el cielo es difícil ya organizar una revolución.

Así es el mundo en el que vivo. Un paraíso mundano lleno de cuervos trajeados sin moral, sombras sin aliento,cabezas rapadas sin raciocinio,e hijos de puta ebrios de éxito barato.

La perfecta y utópica sociedad de la que hablaba mi amigo,ha quedado convertida en una nube de avance tecnológico,cultural,ético,y moral,que nada tiene que envidiar al que pudiera tener cualquier simio de la era cretácica.

No somos más que el escaparate de ''mentes superiores'',un simple objeto de prueba,diversión, y por qué no,burla. ¿Por qué no se erradicó el antropocentrismo junto con la hipocresía y la irracionalidad propias de aquellas épocas?

Sigamos jugando a creernos dios. Sigamos creyendo que tenemos el poder,y sigamos creyendo que no es culpa nuestra,ya que nuestro dios,todavía superior,nos hizo así por algo. Sigamos creyendo y confiemos, dejemos el acto de pensar a fuerzas todavía mayores. 


Y mientras sigamos haciendo ésto,tal vez nos siga quedando demasiado grande el término "humanidad".




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