martes, 27 de junio de 2017

Coraza

Tantas promesas, tantos momentos cada vez más borrosos... Se esconden ya tras las blancas miradas de unos ojos vacíos, insinuándose en horas bajas para atormentar y destruir cualquier atisbo de anhelos y sueños que pudiesen sobrevivir al infierno que es una fría noche sin nadie a quien abrazar. Un juguete roto en los brazos de un niño lisiado, que aprendió a imaginar una vida con amor antes que a caminar. El constante susurro en que se ha convertido una cadena de malas acciones en mi cabeza, sin saber siquiera si es mi voz la que me persigue.
Supongo que ya da igual en qué contenedor arroje lo que queda de mi, el resto siempre quedará en el recuerdo de un beso que duró para siempre, en un corazón con ansias de ella.

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